No es una actividad neutra: pone en juego al
lector y una serie de relaciones complejas con el texto. Más, cuando el libro
está cerrado, ¿en qué se convierte el lector? ¿En un simple glotón capaz de
digerir letras? ¿Un leñador cuya única labor es desbrozar el paisaje literario?
Texier, François, 2006.
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